Entre Nosotros Nº 161

Delegación María Inmaculada
10/09/2011




Hace pocos días, luego de la celebración de las ordenaciones diaconales del Hno. Guillermo Puente y del Hno. Lucas Chivela, realizamos una reunión de consejo ampliado, con la participación de muchos hermanos de la delegación.



En la misma fuimos viendo dónde nos encontramos parados hoy como Delegacion, cada participante pudo exponer su realidad y la realidad de su comunidad; buscamos juntos analizar el porqué de ciertas situaciones que estamos viviendo, y a la vez hacer propuestas concretas para seguir nuestro camino, a la luz de lo propuesto desde el Consejo General.



Ha sido un momento de mucha riqueza, y válido para ir tomando conciencia de que este camino lo hacemos juntos, de que todos “somos congregación”, todos “somos delegación”, aunque tengamos diferentes responsabilidades y niveles de decisión.



En esta reunión la mayoría hemos acentuado algunos aspectos que deben ser prioritarios en nuestras vidas, y la debemos vivir por convicción, no por imposición, destaco entre las mismas:



- La coherencia entre lo que predicamos y vivimos



- Dar prioridad a la formación, una formación que debe incluir también una sólida educación académica (sin quedarse solo en eso).



- Asumir la formación con responsabilidad y la autoformación como parte de nuestra vida y misión.



- La importancia de la vida comunitaria, nuestro testimonio debe ser un testimonio comunitario.



- Proyectar y llevar a cabo juntos las actividades, como una forma de luchar contra el demonio del individualismo y el “vedettismo” que muchas veces nos ataca: “gestión solidaria” (para las obras sociales y casas de formación), “plan compartir” – o similares (para las parroquias).



- El tema vocacional debe “preocuparnos y ocuparnos a todos”, no es exclusividad de algunos. Estar atentos a las nuevas culturas juveniles.



- Redimensionar algunas de nuestras presencias, no podemos “abarcar” más allá de los recursos humanos y económicos que poseemos.



- Hacernos asesorar en cuestiones jurídicas/legales.






Esto es un breve resumen de todo lo que se fue hablando, como ven “nada nuevo” parecería, lo nuevo sería que cada uno lo asumamos de una manera nueva.



No hace falta decretos para esto, es cuestión de convicciones, pero si algún decreto serviría podríamos dictar el siguiente: “está permitido en cada una de nuestras comunidades y le está permitido a cada uno de nuestros religiosos VIVIR el Evangelio y VIVIR las Constituciones”, son las dos fuentes que nos deben guiar en nuestro diario vivir como cristianos y pobres siervos.



Ahora viene el tiempo de actuar, teniendo en cuenta estas sugerencias y las propuestas del Consejo General vemos que tenemos que comenzar a darle forma a todo esto, para eso vamos a ir organizando nuestras comunidades, comenzaremos con algunos cambios; cambios que como ya les decía mas arriba deben ser asumidos por todos, cambios que si no van acompañados de un camino de conversión personal y comunitario, no serán más que un barniz o hasta un obstáculo; pero vamos a arriesgarnos y jugarnos por lo que creemos y vemos que es necesario, es un comienzo, quedan muchos otros desafíos, pero vamos a comenzar.



En resumen algunos de estos cambios externos que vamos a realizar son los siguientes:



La Casa Sagrado Corazón deberá poco a poco adquirir un perfil diferente, para eso la comunidad de la Parroquia de la Paz, deberá asumir la coordinación de todo el territorio parroquial, en diálogo con las comunidades de hermanas que se encuentran en la misma; y un sólido consejo pastoral y económico, de esa manera la comunidad del Sagrado Corazón tendrá que priorizar la pastoral del colegio y vocacional.



La comunidad de Reconquista, que si bien siempre figuró como una, vive desde hace años en diferentes casas, esto dificulta la vivencia de la vida comunitaria como tal, y a partir del próximo año los religiosos vivirán juntos, teniendo momentos de oración y fraternidad diarios fuertes y luego se “dispersarán” para las actividades varias. Esto sin dudas servirá también de testimonio para los jóvenes que quieran realizar una búsqueda vocacional.



En Ciudad del Este los religiosos residirán en una única casa, priorizando también los momentos de vivencia comunitaria y desde allí emprendiendo las distintas tareas. Pensamos que con el tiempo la actividad social podrá ser coordinada por un equipo laico de dirección bajo la guía de un religioso. Montevideo será sede de la casa de los hermanos que deben comenzar sus estudios de filosofía y teología.



Todo esto requerirá mucho diálogo y madurez de parte de todos, ya que implicará saber renunciar a muchos “proyectos personales” ó mas bien personalistas, para el bien de la comunidad y de nuestros formandos.



Les invito entonces a ponernos en camino, sintiendo, como les decía al principio que en esto me tengo que implicar, este proceso no lo puedo ver como una mochila que alguien me carga y a la cual la puedo dejar en cualquier momento, sino que debo hacerlo propio y preguntarme ¿y yo que voy a dar o poner para que todo esto sea posible?



Confiamos todo esto en las manos de Dios Padre Providente y en la protección de nuestra madre María Inmaculada.






P. Daniel Masin












REVISION DE LAS OBRAS
El Consejo General ha remitido el primer trabajo sobre el tema de la revisión de las Obras. El mismo es adjuntado con este Entre Nosotros. Cada comunidad deberá buscar el modo y tiempo de comenzar a realizar el mismo, implicando a todas las personas relacionadas con cada una de las casas para que el mismo pueda ser amplio y provechoso.



VIAJE HNO. ADOLFO
Hno Adolfo Benítez viajará el próximo 13 de setiembre, rumbo a Verona para participar del período sabático. Luego del mismo se quedará unos meses para someterse a algunos tratamientos médicos.



PROYECTOS VARIOS
-El Hogar Santa Teresa de Ciudad del Este ha firmado un convenio con la Itaipú Binacional y la Secretaria de la niñez por la cual estas instituciones usufructuarán una de las casas del Hogar para realizar un trabajo con los niños indígenas. A la vez subsidiarán uno de los proyectos del Hogar.
-Luego de un largo tiempo de trámites, la comunidad de Ocampos estará recibiendo una nueva camioneta. Esta será de una gran ayuda para las actividades pastorales de la Parroquia. La camioneta que tienen en Ocampos ahora pasará a la comunidad de San Antonio. Por otro lado la comunidad
parroquial se encuentra renovando y arreglando el templo, preparando el mismo para la próxima fiesta patronal de San Miguel.



VISITA P. DANIEL A LAS COMUNIDADES
El P. Daniel comenzará este lunes 12 la última visita del año a cada una de las comunidades de la Delegación.



La primera comunidad que visitará será la de Chile, donde se reunirá con el Arzobispo de Concepción Mons. Fernando Chomalí Garib, para realizar una revisión de nuestra presencia en la arquidiócesis.



Luego seguirá con el siguiente cronograma:
- 19/09 al 22/09 San Antonio
- 23/09 al 25/09 Ocampos
- 26/09 al 30/09 C. del Este
- 01/10 al 05/10 Noviciado
- 10/10 al 14/10 Reconquista
- 24/10 al 28/10 Lavalleja
- 29/10 al 31/10 Salto
- 01/11 al 04/11 Montevideo



En la visita que realizará irá haciendo junto a la comunidad la evaluación del año, evaluará los proyectos a futuro, y llevará la propuesta de los futuros cambios de comunidades. Como es un grito fuerte de casi todos que las comunidades del 2012 ya estén formadas para fin de año ojalá encuentre la disposición de todos para la propuesta que se les hará, y de esa manera poder armar rápido las comunidades.



RETIROS



Los retiros de principios de años del 2012 se realizarán en las siguientes fechas:
PRIMERA TANDA: del 24/01 por la tarde al 30/01 al mediodía.
SEGUNDA TANDA: del 03/02 por la tarde al 09/02 al mediodía.
El predicador de los retiros será el hno. Silvio da Silva.
La asamblea de la delegación se realizará del 31/01 por la mañana hasta el 02/02 al mediodía.
El día 2 por la tarde tendremos las profesiones trienales.
Es importante que cada uno pueda anotarse con anticipación ya que habrá un cupo de 20 personas por tanda. La ayuda para cubrir los gastos del retiro/asamblea será de $ 700 por persona











¡PARA QUE EL MUNDO CREA!” (Jn 17, 21)

Discernimiento y revisión de nuestras actividades

Introducción


Puede parecer extraño que comencemos el tema “discernimiento y revisión” de nuestras actividades haciendo referencia a las palabras de la oración de Jesús en la última cena con sus discípulos. Y de hecho es muy extraño. Pero a medida que vayamos recorriendo el camino, “la extrañeza dejará lugar a la comprensión”.



En la última cena Jesús deja su testamento a la nueva comunidad. En su discurso el Maestro no ofrece una lista de cosas y actividades para “hacer”. Jesús ofrece “algo que debe ser cultivado”. Jesús propone vivir de una manera que haya verdadera comunión… “para que el mundo crea”. Para convencer al mundo, la estrategia que Jesús propone a los discípulos de aquel tiempo y de hoy es un cierto “estilo” de vivir las relaciones fundamentales. Todo el “hacer” nace de los gestos relacionales revestidos de acogida, fraternidad, “lavado de los pies”y comunión amorosa con el Padre, por medio del Hijo, a la luz del Espíritu. La obra que Jesús ha comenzado y que confía a la nueva comunidad encontrará su credibilidad en la comunión de los discípulos. Una comunión que tiene como fuente el “ámense los unos a los otros como yo los he amado”(Jn 15,12). Es el “clima”que nace de la vivencia de estas relaciones esenciales que “califica” la actividad de la comunidad que sigue a Jesús. Esta actividad no será un simple “hacer” sino que será una actividad evangelizadora.

PARTE I
“Para que el mundo crea…” Mirando nuestras RELACIONES


El mundo de las relaciones hace parte del ADN de la vida en general y de la vida humana en particular. La relación es la estructura no solo de la materia, o de las personas, sino de cada cosa. La naturaleza nos dice que todo es relación: si tú cambias o alteras la naturaleza, cambias y alteras también tu calidad de vida. Las dinámicas familiares son frutos de determinadas relaciones. La vida adquiere belleza de acuerdo a la capacidad de tener relaciones significativas, profundas, intensas y duraderas. El amor es relación, apertura en el dar y en el recibir. La oración es el arte de cultivar nuestra relación con Dios Padre. La vida, en todas sus formas, es una magnífica red de relaciones. Somos creaturas hechas para la relación. Podemos afirmar que la calidad de nuestra vida está en directa proporción a la calidad de nuestras relaciones. ¿Qué relación tiene la revisión de nuestras actividades con este “discurso” sobre las relaciones?

Nuestra tradición teológica – espiritual usa diversas metáforas para hablar de la Obra y de la misión en el mundo. Estas metáforas están, prioritariamente ligadas al mundo de las relaciones esenciales con Dios, y con los hermanos y las hermanas. Cuando decimos “familia calabriana”, la Obra es como “un árbol”, nuestras actividades son “Casas de acogida”… buscamos exprimir aquello que es “nuestro estilo de vida y de misión”. Y la calidad de este estilo de vida y de misión adquiere el perfil de acuerdo a los “colores y la temperatura” de nuestras relaciones esenciales. Precisamente porque somos una “familia” y nuestra misión está ligada a la “casa”, es fundamental hacer una revisión del “clima que se respira” en el interior de nuestras “casas, que son nuestras actividades.

a) La actividad y las relaciones esenciales
Comenzar el proceso de discernimiento y revisión de nuestras obras es una invitación a mirar más a fondo la realidad de nuestras relaciones esenciales vividas en el interior de nuestras actividades. El trabajo fundamental que guiará el discernimiento y la revisión no será el cerrar o continuar una determinada actividad. El primer paso es mirar profundamente “el clima y la temperatura” de las relaciones de todos los sujetos involucrados en la misión de la actividad.

Nuestras constituciones nos ofrecen los elementos que conforman esta vivencia de las relaciones esenciales cuando afirman que “la misión específica de los Pobres Siervos es la búsqueda del Reino de Dios, que se concreta, para nosotros, en el esfuerzo de reavivar en el mundo la fe y la confianza en Dios, Padre de todos los hombres, mediante el abandono total en su Divina Providencia…” (Const. 5). Nuestras actividades son la “concretización” de esta misión específica y llevan como sello característico el “no angustiarse” (Const. 30).

La realidad fundamental y fundante de todas las actividades calabrianas es la comunión que nace de estas relaciones esenciales: búsqueda del Reino de Dios, fe y abandono en la providencia, fraternidad compasiva y solidaria con todos, preferencia por los más pobres y los excluidos de nuestra sociedad. En nuestra “cultura y espiritualidad calabriana” tenemos la expresión “espíritu de familia” para traducir esta realidad de la vivencia de las relaciones esenciales.

b) La actividad calabriana consiste en “lavar los pies”
La actividad calabriana es lugar de comunión y de fraternidad que nace de las relaciones esenciales y es signo de la paternidad de Dios y de la filiación fraterna vivida. A este punto de la reflexión debemos insertar otro elemento fundamental para evitar la “dulce tentación” de una espiritualidad demasiado intimista y “sin encarnación en lo cotidiano”. La comunión que nace de las relaciones fundamentales encuentra credibilidad en los servicios humildes y amorosos.
La actividad calabriana es el lugar del “espíritu de familia” que se transforma en “lavado de los pies” de los más pobres y abandonados. “Lavado de los pies” es otro modo de traducir la vivencia de las relaciones esenciales. Y será el “lavado de los pies” que ofrecerá al mundo el “bello y creíble testimonio” que nace de la profunda comunión con el Padre y con los hermanos y las hermanas, en la vida y en la misión.

Sin el “lavado de los pies” nuestra comunión fraterna y nuestras actividades no serían signo del Reino de Dios. Y sin la “comunión fraterna que nace de las relaciones esenciales” nuestro “lavado de los pies” tendrá horizontes muy cerrados y el mundo se verá en dificultades para creer en la paternidad providente de Dios y en la fraternidad compasiva y solidaria. La comunión con el Padre y entre nosotros provoca un movimiento donde cada uno es invitado a “despojarse de las vestiduras” de la ostentación y del poder y “colocarse” el delantal del servicio evangélico, viviendo “el lavado de los pies” en las relaciones con los hermanos y las hermanas más necesitados que el Padre nos confía y de los que nos pide hacernos cargo con bondadosa paternidad y tierna maternidad.

c) Mirando a cada una de las actividades
La reflexión/provocación sobre la realidad de las relaciones en las actividades calabrianas se detiene… para continuar en la comunidad local y en la realidad de cada una de las actividades.
Para este camino proponemos algunos pasos. Mirando los mismos cada comunidad elija la estrategia mejor para continuar la reflexión involucrando a todas las personas que son parte de la actividad (religiosos, colaboradores, nuestras “perlas”, instituciones...). Nuestra sugerencia es que para cada paso se realice un encuentro.

1° paso – Iluminación bíblica
(Para esta “Lectio” cada comunidad usará la estrategia que responda mejor a la realidad de la “ Casa”).
 Organizar para todos los que participan de la misión de la “casa”, de la actividad, un encuentro de oración con la Palabra de Dios.
 Citas bíblicas sugeridas: Jn 17: la oración de Jesús por la unidad “para que el mundo crea”; Jn 13, 1-14 el “lavado de los pies” y la invitación a colocarse el delantal del servicio amoroso.
 La lectura orante de la Palabra nos ofrece la luz y la serenidad necesaria para vivir la revisión como instancia de crecimiento personal, comunitario y de la misma actividad.
2° paso – Una mirada sobre la realidad
(Cada comunidad utilice la mejor estrategia para realizar esta “lectura de la realidad”).
 Organizar encuentros involucrando a todas las personas que intervienen en la actividad.
 Guiados por la iluminación bíblica y por los criterios de los capítulos generales (cfr. Anexos) hacer una “lectura de la realidad de la actividad” en clave relacional;
 Para la mirada sobre la realidad en clave relacional sugerimos dos encuentros:

1) A la luz del Carisma: elementos de nuestras relaciones cotidianas en la actividad que son signos de la paternidad de Dios que guía con Su Providencia nuestras vidas;
2) Profecía “posible”: ¿qué signos/gestos podemos asumir para mejorar nuestras relaciones fraternas cotidianas?

Anexo
CRITERIOS PARA EL DISCERNIMEINTO INDICADOS POR LOS CAPÍTULOS GENERALES

a) VIII Capítulo General (1996) – “Den razón de su esperanza”
Criterios para realizar la revisión de nuestras obras:
 Posibilidad de testimoniar nuestro espíritu, en primer lugar el abandono en la Providencia.
 Deben comenzar con un estilo de simplicidad y humildad.
 En diálogo con la Iglesia local.
 En diálogo con el lugar.
 En comunión con los superiores (de la delegación y el Consejo General).
 Actuar con confianza y optimismo teniendo en cuenta nuestras fuerzas.
 Posibilidad de una normal vida fraterna y de oración.
 Actividades no condicionadas a ciertas ayudas, salvo excepciones.
 Servicio para los pobres y que nos permitan un contacto directo con ellos.
 En comunión con los laicos dejando a los mismos aquello que le es específico.
 Proceder con prudencia, sabiendo leer y acoger los signos que el Señor nos ofrece.
 Los cambios en las obras se deben dar en el diálogo, reflexión, oración y discernimiento (hermanos y colaboradores).
Nuestra presencia hoy: (en un mundo que cambia)
 Las actividades no pueden empobrecer nuestro ser “Pobres Siervos” ni nuestra vida religiosa.
 En la Iglesia y en la Obra las actividades tienen un sentido bien preciso. Ser medios para la transmisión del Carisma.
 Con nuestra presencia entre los pobres somos llamados a transformar la sociedad según el proyecto de Dios.
 La presencia y la formación de los Laicos. Un gran valor en la Iglesia.
 Los laicos son parte de la identidad de la Obra. Sin éstos la Obra no está completa.
 Elaborar un “perfil carismático” para las parroquias confiadas a la Obra para que las mismas puedan evangelizar con nuestro particular estilo, que desde la evangelización promueva la caridad (amor) sobretodo a los más necesitados.
b) IX Capítulo general (2002) - “Renovémonos para evangelizar de un modo nuevo”
• Llamados a contemplar el rostro de Cristo a la luz de nuestro Carisma...
• … serviendo al Evangelio y a los pobres…
• … en una espiritualidad de comunión.
La segunda parte que se refiere más a la misión nos llama a tener en cuenta:
• A los pobres
• Atención a las nuevas pobrezas
• Evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio
• El empeño misionero y comunitario
c) X Capítulo general (2008) - “Digan a mis hermanos que vayan a Galilea”
Retoma de las Const. 5 y 8: las obras como expresión de nuestra fe.
Todas las actividades de la Obra deben apuntar a la formación integral de la persona.
Las actividades son expresión de la fe. Son signos visibles y medios.
Así nuestras obras se vuelven “lugar teológico” y la promoción humana se convierte en verdadera evangelización.
El método de gestión de las obras es el verdadero evento profético, que testimonia los valores que animan todas las opciones también aquellas que hacen a la administración.
Las actividades de la Obra no podrán desarrollarse sin la espiritualidad característica.
Vienen señalados como gestos proféticos:
• La „gestión solidaria‟ de las actividades.
• Las actividades deben crear y consolidar el sentido de pertenencia a la Obra.
• El trabajo en redes con las otras actividades, con la Iglesia y con las instituciones locales.
• Mostrar que el abandono a la providencia es una gran recurso y garantizar el derecho de los más pobres.
• Atención particular de las nuevas pobrezas, dispuestos a dejar si fuese oportuno, actividades consolidadas para atender a éstas.
• Atención e implicancia de los bienhechores como ministros de la Providencia.
• Atención directa a los pobres.

d) X Capítulo General de las Hermanas Pobres Siervas
“ALCEMOS LA MIRADA … PARA CAMINAR SEGÚN EL ESPÍRITU”
Prioridad por la MISIÓN

Conservar, custodiar y hacer visible las características propias de nuestro servicio que son un mensaje fuerte para el mundo de hoy: la gratuidad, la simplicidad, el espíritu de familia, la acogida y la escucha, el ir a los más pobres, donde no hay nada que esperar.

Mantener en todas las actividades aquella impronta de nuestra identidad carismática que consiste en vivir de aquello que la Providencia nos manda, en la confianza y en la gratuidad, sin angustias: “Gratuitamente han recibido, gratuitamente deben dar”.

Dejar actuar al Espíritu Santo como único artífice de la misión: solo si encontramos al Señor en la oración, colmadas de su Amor, estaremos en grado de dejar que Él haga. La oración nos abre al “Obrar de Dios”, nosotros somos sólo Pobres Siervas.

Crecer en la certeza de que “somos Iglesia”, llamadas a ser de modo especial instrumentos de comunión y de renovación evangélica.

Cultivar en cada una de nuestras actividades relaciones directas y personales con los pobres, permitiendo también a ellos experimentar la alegría de ser dueños.

Dar prioridad a los jóvenes, favoreciendo nuestra presencia en las Parroquias y en todos los ámbitos donde estos se encuentran.